Esta es una guía creada para nuestros clientes, pero que nos ha parecido relevante dejar también por aquí para quien le sirva.
El objetivo es dar claridad al respecto de la hidratación ya que nuestra experiencia es que es el gran olvidado una vez empezamos el otoño/invierno y bajan las temperaturas. El plan nutricional deja de ser efectivo en ocasiones y el rendimiento cae en picado.
Puede estar haciendo frio y que eso no te invite a beber mucha agua, pero… ¡Puedes estar deshidratado!
Guía de hidratación, salud, deporte, composición corporal y herramientas para evaluar y conseguirlo.
1. Introducción a la importancia de la hidratación
- Resumen general: El agua es esencial para prácticamente todas las funciones fisiológicas del cuerpo. Al comprender mejor los efectos de una hidratación adecuada, se pueden optimizar la salud, el rendimiento deportivo y el bienestar en general. Esta guía cubrirá desde los beneficios de la hidratación, hasta los efectos negativos de una deshidratación sostenida en el tiempo.
2. Principales beneficios de estar bien hidratado
- Transporte de nutrientes y oxígeno: El agua es el vehículo principal que transporta nutrientes y oxígeno a las células. Una buena hidratación permite una distribución eficaz de vitaminas y minerales esenciales, apoyando el metabolismo celular y la energía.
- Eliminación de toxinas y desechos: Los riñones, fundamentales en la filtración de desechos, dependen del agua para funcionar correctamente. La hidratación facilita la eliminación de toxinas a través de la orina, manteniendo el cuerpo “limpio” y reduciendo el riesgo de infecciones urinarias y otros problemas renales.
- Mantenimiento de la temperatura corporal: En condiciones de calor o durante el ejercicio, el cuerpo utiliza el sudor para disipar el calor. Estar bien hidratado asegura una producción de sudor adecuada, evitando el sobrecalentamiento corporal y mejorando la termorregulación.
3. Impacto en la Salud y Riesgos de Deshidratación
- Salud cardiovascular: La falta de agua puede hacer que el volumen sanguíneo disminuya, obligando al corazón a trabajar más para bombear sangre a todo el cuerpo. Esto no solo aumenta el esfuerzo cardíaco, sino que puede elevar el riesgo de enfermedades cardiovasculares a largo plazo.
- Función cognitiva y mental: La deshidratación afecta negativamente la concentración, la memoria a corto plazo y el estado de ánimo. Estudios demuestran que una pérdida de hidratación de solo un 1% afecta la función cognitiva, lo que se traduce en menor agilidad mental y mayor cansancio.
- Función digestiva: El agua es clave para una digestión eficiente, y ayuda a prevenir el estreñimiento. Estar bien hidratado permite que el sistema digestivo absorba y transporte los nutrientes eficientemente, mientras mantiene una motilidad intestinal saludable.
4. Hidratación y rendimiento deportivo
- Energía y resistencia: La deshidratación durante el ejercicio causa que el cuerpo agote sus reservas de glucógeno más rápidamente. Esto lleva a una caída en la energía y la resistencia, afectando especialmente a deportes de alta intensidad o de larga duración.
- Músculos y recuperación: La hidratación ayuda a mantener la elasticidad y funcionalidad de los músculos, previniendo calambres y tensiones. Tras el ejercicio, una adecuada ingesta de agua es esencial para la recuperación muscular, reduciendo el riesgo de lesiones y el tiempo de recuperación.
- Enfriamiento eficiente: El sudor, compuesto en su mayoría de agua, es clave para evitar el sobrecalentamiento. La pérdida excesiva de sudor sin una reposición adecuada puede llevar a golpes de calor y disminuir el rendimiento de manera drástica como se ha demostrado en diferentes estudios desde hace décadas.
5. Composición corporal y agua
- Ayuda en la pérdida de grasa corporal: Mantenerse hidratado favorece un metabolismo activo, permitiendo que el cuerpo utilice las reservas de grasa de manera más eficiente durante el ejercicio. Además, el agua promueve la sensación de saciedad, ayudando a reducir la ingesta calórica.
- Preservación de la masa muscular: La deshidratación causa que el cuerpo pierda volumen muscular debido a la contracción de las células. Esto impacta negativamente en quienes buscan ganar o mantener la masa muscular, ya que el agua es esencial para la síntesis de proteínas musculares.
6. Sensaciones y señales para detectar la deshidratación
- Síntomas físicos: Sensación de sed, boca seca, dolor de cabeza y una fatiga inusual suelen ser las primeras señales de deshidratación. Estos síntomas son claros indicadores de que el cuerpo necesita agua.
- Signos en la orina: El color de la orina es uno de los indicadores más fáciles de monitorizar. Orina de un color oscuro puede indicar deshidratación, mientras que una orina clara suele indicar una buena hidratación.
- Otros signos menos evidentes: En algunos casos, síntomas como piel seca, dificultad para concentrarse y confusión leve pueden estar relacionados con niveles bajos de hidratación.
7. Consecuencias de la deshidratación Crónica
- Riesgo para la función renal: La deshidratación prolongada puede causar daño en los riñones, debido al esfuerzo continuo por concentrar la orina para retener agua. Con el tiempo, esto puede aumentar el riesgo de cálculos renales y enfermedades crónicas del riñón.
- Aumento de la tensión cardiovascular: Cuando el cuerpo está deshidratado, el esfuerzo del corazón para bombear sangre aumenta, ya que la falta de agua disminuye el volumen de sangre y hace que esta se espese. A largo plazo, esto puede elevar la presión arterial y aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Debilitamiento del sistema inmunológico: La hidratación ayuda a eliminar toxinas, apoyando la función inmune. Un nivel de hidratación bajo puede hacer que el sistema inmunológico se vea comprometido, dejando al cuerpo más susceptible a enfermedades y a una recuperación lenta después de infecciones o lesiones.
8. Consejos prácticos para mantener una hidratación adecuada
- Ajustar el consumo de agua según la actividad física: En días de entrenamiento, es recomendable consumir entre 500 ml a 1 litro extra de agua. Si se practica ejercicio en un ambiente caluroso o húmedo, puede ser necesario aumentar aún más la ingesta.
Bonus extra: ¿Quieres saber exactamente cuánto? Pésate antes y después de entrenar, si aún después de haberte hidratado durante el entrenamiento estás pesando menos, no es que hayas «adelgazado» es que necesitas re-hidratarte. - Controlar la ingesta de bebidas diuréticas: Bebidas como el café, el té y el alcohol tienen un efecto diurético, lo cual significa que incrementan la pérdida de agua en el cuerpo. Limitar su consumo o alternarlas con agua es clave para evitar la deshidratación.
- Incluir alimentos ricos en agua: Frutas y verduras como la sandía, el pepino, el apio y las naranjas contienen altos niveles de agua. Estos alimentos son excelentes para ayudar a mantener los niveles de hidratación.
- Establecer recordatorios: Usar aplicaciones móviles o ajustar alarmas a lo largo del día para beber agua puede ser útil, especialmente para quienes tienen dificultades para recordar tomar agua regularmente.
- Una botella siempre a tu lado: Puede ser la mejor manera, de hecho es la que más me ayuda a mi.
9. Resumen Final y Recomendaciones Diarias
- Cantidad General de Agua: Como norma, se recomienda un consumo de aproximadamente 2 a 3 litros de agua al día para personas activas, aunque este requerimiento puede variar según factores como el peso, la edad y el nivel de actividad.
Bonus extra: Divide tu peso en kilos entre 7 y tendrás la cantidad de vasos de agua de 250ml que has de beber en un día. - Evaluación Regular: Prestar atención a la sed y a los signos de deshidratación, como el color de la orina, es una estrategia práctica para monitorear la hidratación diaria. Para deportistas y personas con objetivos de composición corporal, la hidratación adecuada debe formar parte de la planificación diaria de salud y rendimiento.
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